martes, 27 de abril de 2010

Cómo ve la campaña...Edgar Rovira, analista político

Edgar Rovira Edgar Rovira, es consultor en estrategias de comunicación, tanto en el ámbito público como en el privado, especializado en estrategias de Social Media. En esta entrevista nos acerca su punto de vista sobre la campaña británica. Su blog Tot és Política es altamente recomendable.

1. ¿Está siguiendo la campaña electoral británica? ¿Cómo la sigue (a través de qué medios)?

Sí, sigo su evolución a diario a través de medios digitales, mayoritariamente británicos aunque también leo algún artículo nacional, y a través de diferentes blogs en dónde se puede encontrar contenido que no aparece en los medios. Los acontecimientos en directo (debates, mítines, etc.) los sigo a través de Twitter, que como sabéis es una herramienta con un uso muy extendido en el Reino Unido.

2. ¿Hay algo que le haya sorprendido especialmente hasta ahora?
Creo que, como a todos los que seguimos el día a día de estas eleccionEs desde hace tiempo, me ha sorprendido que un solo debate televisivo haya servido para despertar la llamada Cleggmania. Un terremoto mediático que de momento ya tiene su repercusión en unas encuestas que lo daban casi todo por cerrado desde hacía meses, así como en la estrategia del candidato favorito, David Cameron, que ha tenido que replantearla casi por completo.

3. ¿Qué candidato cree que es el que está comunicando mejor sus mensajes?
Hasta el primer debate diría que ningún candidato había sabido comunicar con la suficiente claridad sus mensajes. Desde que este se produjo, Clegg ha sabido posicionarse como la opción de cambio real, y ante esta situación los otros dos candidatos se han visto a la expectativa del rumbo que marca el liberal. Quizás esta situación de dependencia sea la mejor prueba de que hasta ese momento ni laboristas, ni conservadores habían sabido transmitir con suficiente eficacia o claridad sus mensajes.

4. En Gran Bretaña se ha limitado la inversión máxima que pueden hacer los partidos para contener el gasto. ¿Cree que esta limitación es necesaria? ¿Ayudará a que los partidos apuesten por nuevas formas de comunicación?

Así debería ser, aunque de momento no es que hayamos visto grandes movimientos en este sentido. La limitación es coherente con la situación económica que vive el país y también como reacción a los casos de malversación de fondos que se han destapado en esta última legislatura, pero no creo que tenga mayor repercusión. No estamos hablando de un cambio estructural que modifique a grosso modo las estrategias de comunicación de los partidos. Al menos por ahora.

5. ¿Qué medio crees que va a ser clave para llegar al elector (TV, Internet, prensa, mítines...)?¿Por qué?
Por lo que hemos visto hasta ahora la TV sigue siendo el medio más importante, y el escenario que se generó después del primer debate es la prueba. Respecto al resto de medios, Internet es el que más está creciendo, sobretodo entre el electorado joven, aunque no está claro que los partidos puedan aprovechar este crecimiento a su favor. Las estrategias de comunicación online que están llevando a cabo están condicionadas por las dinámicas de opinión de la red, las cuáles están lejos de su alcance, como pudimos observar en el enfrentamiento entre los usuarios de Twitter y los tabloides de la órbita conservadora.

6. Los políticos británicos están siendo pioneros en la introducción de la web 2.0 en su relación con los electores. ¿Cree que esto acerca los políticos a los electores?
Es básico comprender que en un período de campaña electoral las herramientas de la web 2.0 no sirven exclusivamente para mejorar la relación políticos-ciudadanos. De hecho, raramente responden a ese cometido. Sencillamente llevan más allá los canales de comunicación que tienen a su disposición los partidos, y solo en algunos casos esporádicos mejoran esta relación pero son pequeñas muestras del potencial real que tienen estas herramientas.

7. ¿Cree que se puede aplicar algún aspecto de la campaña inglesa a la catalana o española?
Hasta el momento hemos visto como los debates televisivos son ágiles y permiten la participación directa con los ciudadanos. Ambos aspectos los hacen más atractivos para los espectadores. Sería positivo trasladar ese formato a los debates que se celebren aquí, tanto en el ámbito español como en el catalán, aunque me temo que la agilidad en el intercambio de ideas sería bastante complicada para unos políticos que no están acostumbrados a lidiar en escenarios políticos tan dinámicos y exigentes como es el Parlamento del Reino Unido.

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