jueves, 29 de abril de 2010

Gordon Brown mete la pata ¿definitivamente? El "Bigotgate"

Xavier Barrachina Nadie va a votar a Gordon Brown porque es un dechado de simpatía. Su mensaje es otro: disciplina, trabajo duro, compromiso con los necesitados, etc. Pero, lamentablemente, Brown ha metido la pata. Solo han hecho falta tres semanas de campaña para que el líder laborista se descuelgue tras una conversación con una mujer tildándole de "bigot", lo que se podría traducir como "intolerante", "fanática", es decir, que Brown "estaba hasta el moño" de mantener una conversación con ella sobre un tema que es clave en la campaña, los inmigrantes. El tono de Brown es verdaderamente reprobable, como puede escucharse en este audio.

Es muy pronto para valorar hasta dónde ha metido la pata Gordon Brown pero parece claro que el incidente le va a perjudicar. El perfil de la mujer insultada, Gillian Duffy, es el de una votante laborista jubilada y viuda, madre de una hija y abuela de dos nietos, con el que pueden sentirse identificados miles de votantes británicos. Sin duda, Brown ha dado un paso atrás muy importante en una campaña que, sin ser brillante, sí le estaba posicionando como un líder sólido preparado para asumir los difíciles retos de futuro que tiene el Reino Unido.

¿Qué pasos puede dar Brown tras el error?

Lo primero, pedir perdón. En su comparecencia ha asumido, aunque con algunas medias palabras poco favorables, su falta de educación y sensibilidad. Sin duda, Brown está ahora mismo en su momento más difícil y las imágenes de su presencia en la BBC Radio lo atestiguan claramente.

A partir de ahora, la evolución de los acontecimientos es imprevisible y Brown deberá asumir que pueden volver a salir los trapos sucios sobre su conocido mal carácter. Esta situación puede desembocar en un sinfín de declaraciones de personas que tienen algo que decir sobre el carácter del líder laborista. Y seguro que lo que dirán no resultará agradable.

En esta situación de crisis, lo recomendable y más en el final de la campaña, será no esconderse. Asumir rápidamente el error cometido y pedir perdón cuántas veces sea necesario. A partir de ahí, sólo queda confiar en que se minimice el impacto negativo en los próximos días y el error sirva para humanizar al personaje. Sin embargo, la campaña está seriamente comprometida, ya que ha quedado afectada la credibilidad de un candidato que, sin motivo aparente, se ha dirigido de forma tremendamente brusca a una persona mayor que, para más inri, era votante habitual de su partido. Desde luego, el 6 de mayo, Gillian Duffy no votará a Brown. ¿Cuántas miles de Gillian más puede haber entre los votantes?

2 comentarios:

Héctor dijo...

Según The Guardian (blog de Andrew Sparrow) la gente está dividida sobre la importancia del desliz de ayer de Brown.

Según YouGov para el 50% no es grave ya que "Brown was simply trying to let off steam in private."

El 46% piensa que es hipócrita por decir una cosa en público y otra en privado.

Y lo mejor es esta coletilla:

The Tory-supporting Sun didn't mention the poll in today's coverage. Maybe it didn't have the space.

Dani dijo...

La corresponsal de TVE en Londres, Anna Bosch, hace un buen resumen del incidente en su blog http://blogs.rtve.es/desdelondres/posts

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